LA DEPENDENCIA EMOCIONAL.

La dependencia emocional se origina de niños y son 3 necesidades que no fueron completamente satisfecho que son:

Seguridad, Afecto y Reconocimiento que repercuten profundamente en nuestra vida adulta.

Estas “carencias” se manifiestan en nuestra edad adulta, sobretodo en la búsqueda de pareja que al hallarla no estamos en esa relación desde un amor sincero, sino desde la compulsión de un miedo terrible a la soledad, necesitar “mi media naranja”, el qué dirán y cualquier carencia que proyectamos en la persona que atraemos...

PORQUE ATRAEMOS LO QUE SOMOS, por eso en cada aventura, al no reflexionar o tomar consciencia de la lección que esa pareja nos brinda o en la ruptura nos ofreció la gran lección y no lo queremos ver, nos encerramos en un victimismo de “siempre me tocan los mismos” o un clavo saca otro clavo, nos condenamos a repetir la historia una y otra vez, repitiendo el mismo enamorado, novio, saliente, clavo de repuesto, etc.

Pero en otro cuerpo y a veces hasta con el mismo nombre, pero con diferente «envoltura» pero en mayor dimensión a la experiencia pasada, con más sombras (ojo no digo que esa personas sean malas, simplemente “cada persona cumple el papel que le corresponde en cada experiencia”) porque la vida nos impulsa a Aprender y crecer, pero como estamos tan ensimismados con ser víctimas, no tomamos consciencia que es una (no una, sino muchísimas) invitación a que sanemos esa parte de nosotros para poder emanciparnos e independizarnos, porque ya de adultos somos responsables de cubrir nuestras propias necesidades y es nuestro deber tomarlas riendas de nuestras vidas, de esta manera podemos lograr poder crear y manifestar en nuestras vidas solo lo mejor, dejamos de buscar afuera, porque ya lo tenemos todo.

El amor propio es el triunfo ante esta dependencia, porque cuando YO ME AMO, me respeto, me valoro, me acepto y dejo de buscar en otro lado que no sea yo, tomo responsabilidad de ser dueño de mi vida.

Recuerda que solo tú eres el responsable de tu propia felicidad y has venido a este plano a ser libre, feliz y a brillar con luz propia.